El viaje que no te conté: Marruecos

Más allá del desierto y los zocos, una tierra que se deja mirar si uno sabe esperar.

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Este no es un viaje turístico, ni exótico. Es un recorrido lento por el interior de Marruecos: por sus pueblos de adobe, sus cafés llenos de hombres en silencio, sus niños corriendo entre calles de polvo.
Una travesía sin postales, sin filtros, guiada por el deseo de entender lo cotidiano, lo que no sale en los catálogos.

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Aquí no hay grandes monumentos, pero sí miradas que lo dicen todo. Lo que la cámara encontró no fue folclore, sino vida: vida dura, serena, cálida. Un país que se mueve entre lo ancestral y lo cambiante, entre la hospitalidad y la distancia, entre el silencio y el bullicio de la calle.

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Estas imágenes no buscan explicar Marruecos, solo compartir la forma en que lo viví.